Imaginen esta escena: Un tipo, de 25 años se encuentra trabajando en las vías del ferrocarril, minutos después una barrena de 6 Kg. de peso y un metro de largo, entra por debajo de su ojo izquierdo, le atraviesa el lóbulo frontal izquierdo, y sale por el vértice de su cabeza. El individuo, se retira de la escena dejando rastros de sangre por doquier; eso sí, sentado en un carro tirado por bueyes. Llega a su destino, sube por su propio pie las escaleras de un edificio para encontrarse con el Doctor Harlow y que éste último emita un ¡FANTÁSTICO! (obviemos lo raro en esta exclamación de Harlow) y enfoquémonos en el hecho de cómo Phineas Gage, le dió un gran regalo a todos aquellos en el campo de las neurociencias conductuales.
Luego de un mes de este accidente, (que le había dejado un agujero en el cráneo de 9 cm de diámetro, sin ojo y seguramente con gran parte de masa encefálica perdida), Gage paseaba feliz por las calles de Vermont, pero ya nadie lo reconocía como solía ser antes: un tipo sobrio, educado, puntual, de modales impecables. En su lugar pareciera que lo hubiesen cambiado por su hermano malvado y desinhibido, despreocupado, falto de tacto y otras tantas características que no podrían ser catalogadas como virtudes. Es más, la empresa que lo había contratado por sus múltiples cualidades, lo rechazo, debido a que nadie lo conocía como Gage era antes del accidente.
Por haber sobrevivido simplemente, se convirtió en una celebridad. Pero además, Phineas Gage, fue la primera evidencia de sugerir un vínculo entre trauma cerebral y cambios de personalidad.
Harlow reportó en Boston Medical and Surgical Journal el accidente tal y como sigue:
[The tamping iron] entered the cranium, passing through the anterior left lobe of the cerebrum, and made its exit in the medial line, at the junction of the coronal and sagittal sutures, lacerating the longitudinal sinus, fracturing the parietal and frontal bones extensively, breaking up considerable portions of the brain, and protruding the globe of the left eye from its socket, by nearly half its diameter.
El daño a la corteza frontal de Gage, resultó en una pérdida completa de inhibiciones sociales, lo cual le confería comportamientos socialmente inapropiados. El reporte de Harlow en 1868, coincidía con otras evidencias descritas por otros neurólogos acerca del efecto de lesiones específicas cerebrales en el comportamiento. Fue entonces cuando comenzó la decadencia de la frenología para dar inicio a la neuropsicología moderna.
Los trend topics del momento, eran que Paul Broca en 1865, (1824-1880) describió el "centro del lenguaje" en el hemisferio izquierdo de las personas diestras, así pues el giro frontal inferior es conocido hasta este momento como área de Broca.
También en 1860, Hughlings-Jackson (1835-1911) y David Ferrier (1843-1928) llevaron a cabo estudios psicológicos que revelaban la localización de acuerdo de ciertas funciones cerebrales. Jackson, por ejemplo, había sido el primero en hipotetizar que las condiciones psicopatológicas podrían estar relacionadas a daño cerebral. Localizó la corteza auditiva en 1864, confirmando los hallazgos de Broca, que enunciaban que en personas diestras, el lenguaje se localizaba en un área específica del lóbulo temporal izquierdo. Ferrier por su parte, utilizó el caso de Gage para sobrayar la lectura Goulstoniana. Misma que había sido descrita en experimentos en monos, lo cual le permitió concluir lo siguiente:"
There are certain regions in the cortex to which definite functions can be assigned; and that the phenomena of cortical lesions will vary according to their seat and also to their character…removal or destruction…of the antero-frontal lobes is not followed by any definite physiological results…And yet, notwithstanding this apparent absence of physiological symptoms, I could perceive a very decided alteration in the animal’s character and behaviour, while it is difficult to state in precise terms the nature of the change…while not actually deprived of intelligence, they had lost, to all appearance, the faculty of the attentive and intelligent observation [Regarding the trajectory of the tamping iron through Gage's brain]…the absence of paralysis in this case is quite in harmony with the results of experimental physiology]
El caso de Gage, entonces confirmaba los cambios de personalidad mientras conservó otras funciones neurológicas. Phineas es el primer caso que provee evidencia que la corteza frontal está implicada en la personalidad del individuo. Hoy, ese papel, además de la cognición social y funciones ejecutivas, son ampliamente atribuidas a este lóbulo.
La muerte de Gage, fue 11 años después. Falleció de complicaciones como resultado de crisis epilépticas. En esos años, se hipotetizan muchas versiones acerca de cómo Gage se ganaba la vida, lo cierto es que contar las diferentes versiones no sería acertado, se sabe que llegó a buscar trabajo en New Hampshire y trabajó en Chile por 7 años. El cráneo de Gage, es resguardado en el museo anatómico Warren en la escuela de medicina, de la Universidad de Harvard.
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