miércoles, 23 de octubre de 2013

Materia de Genio

Después de la muerte de Albert Einstein, su cerebro fue tomado "prestado" por Thomas Harvey, el patólogo que realizó la autopsia. Harvey, antes de ser despedido por los directivos de Princeton, lo fijó en formaldehído y lo fotografió desde ángulos múltiples. Obtuvo 240 bloques, los cuales se preparon laminillas para análisis al microscopio. Respecto a la anatomía macroscópica se identificaron la mayoría de los cisuras y circunvoluciones, comparadas con 85 cerebros descritos en la literatura. 

Resulta complicado a partir de imágenes que dan una perspectiva bidimensional, construir la imagen real. Sin embargo cientos de científicos se han dado la tarea de describir algunas características inusuales en el cerebro del físico, con tentativa a interpretar procesos evolutivos y funciones mentales superiores.

Desde el punto de vista de citoarquitectura, leer que el cerebro de Albert Einstein poseía más células gliales que neuronas resulta nimio. Pues ¿adivina qué? el resto de personas que estamos destinadas al Hades, también poseemos esta relación: 10 células gliales por una neurona.


Algunos hallazgos en los que coinciden varios grupos de estudio respecto al cerebro de este físico fueron los siguientes: 

  • Las cortezas primarias somatosensoriales y motoras que representan la cara y lengua se encontraron amplificadas en el hemisferio izquierdo.
  • La corteza motora del lado derecho, que representaba su mano izquierda, también era mayor respecto a controles. Esto se atribuye a sus habilidades como violinista desde la infancia.
  •  Los lóbulos parietales, desarrollados de manera inusual pueden explicar algunas de sus habilidades matemáticas, como se ha hipotetizado. 
  • El cerebro de Einstein, tiene asimetrías frontales y occipitales (petalias) y lóbulos inferiores superiores e inferiores asimétricos. Esto NO es poco común y procurar interpretación de estos los hallazgos es tan lineal como dar un solo significado a lo evidente. 
  • EL cerebro de Einstein NO era esférico, NO carecía de opérculo parietal y tiene surcos inferiores poscentrales inferiores que no confluyen con la cisura de Silvio.
En Agosto 2013, Brain Journal publicó una Carta al Editor donde los investigadores redireccionan miradas hacia el cuerpo calloso, que en efecto, su conectividad ya se había postulado como probable variable dependiente. Lo novedoso de esto es el método de cuantificación de fibras que componen esta estructura cerebral. 

Como acotación, el cuerpo calloso es una estructura, tendida transversalmente de un hemisferio a otro. Básicamente es un vasto sistema de asociación que reúne las dos mitades del cerebro (hemisferios) fibras con diversas funciones.

Corte de Vieussens: revela justo a la mitad un haz robusto de fibras que "conectan" los hemisferios cerebrales.
La conectividad en el cerebro de Albert, comparada con los cerebros de 15 ancianos sanos y 52 jóvenes era mayor en todas las regiones del cuerpo calloso, especialmente en el esplenio.

Según este grupo de estudio, las funciones cognitivas extraordinarias de Albert, y de cualquier otro ente que se haya considerado como genio, no se relacionan con especializaciones de plegamiento cortical y cantidad de células en ciertas regiones cerebrales. Sino en las rutas de comunicación entre ambos hemisferios.

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Antes de perpetuar el cíclico asunto de buscar el hilo negro a la genialidad, quizás todos tenemos potencial para desarrollar nuestro intelecto. Las interpretaciones menguan nuestra ansiedad por lo desconocido, pero no significa que sean certeras.
Tratar de encontrar la fórmula ideal para potenciar funciones cognitivas resulta una inversión de tiempo ordinaria, antes bien considerar que el secreto a la inteligencia, se aloja dentro de tu cráneo. Crea sinapsis, fortalece las existentes. 

Quizás no todos logremos ser genios, pero nada se pierde con intentarlo. Todos los días.