A veces, durante sesiones médicas o en pláticas de pasillo con compañeros escucho que desean a como dé lugar asistir a un curso de neurocirugía de mínima invasión, o que "x" catedrático, vendrá al hospital a hablar de la maravilla que es la neurocirugía de mínima invasión (y sí, lo es), recuerdo un párrafo publicado por Rossolimo (uno de los principales neurólogos rusos a principios del s. XX) en J, Neuropath Psych Korsakow 1907;7: 640
"Despite success in surgical technique permitting to perform hemicraniotomy for removing a small intracranial lesion, one cannot but admits, both a priori and from clinical experience, the necessity to minimize surgical injury and approve all methods of precise localization of a cerebral lesion"
Desearía que este tópico no fuese una sorpresa, sino un axioma entre los neurocirujanos de algunas regiones. Mas no es así.
El asunto con la Neurocirugía de Mínima Invasión (NMI), no solo incluye operar con un aparato de estereotaxia, usando bisturí de rayos gamma, endoscopia o hacer "key-holes" que no permitan incluir siquiera, una cánula de aspiración.
La NMI, implica respetar el tejido sano, valiéndonos de la vasta cantidad de herramientas que permiten evaluar visualmente, por neuroanatomía funcional hasta dónde podemos ir, evitando el trauma excesivo cerebral y disminuyendo el riesgo de déficit neurológico post-operatorio.
¿No resulta algo obvio?
El asunto con la Neurocirugía de Mínima Invasión (NMI), no solo incluye operar con un aparato de estereotaxia, usando bisturí de rayos gamma, endoscopia o hacer "key-holes" que no permitan incluir siquiera, una cánula de aspiración.
La NMI, implica respetar el tejido sano, valiéndonos de la vasta cantidad de herramientas que permiten evaluar visualmente, por neuroanatomía funcional hasta dónde podemos ir, evitando el trauma excesivo cerebral y disminuyendo el riesgo de déficit neurológico post-operatorio.
¿No resulta algo obvio?
Si bien es cierto que no siempre se puede ser poco invasivo por el tipo o localización de lesión, en el resto de situaciones debería ser un estándar de práctica.
Las técnicas quirúrgicas fueron consideradas desde los comienzos de la neurocirugía debido a las posibles y desastrosas complicaciones funcionales inherentes a la manipulación del sistema nervioso central.
Por limitantes técnicas, estos proyectos y conceptos promisorios, tuvieron que posponerse muchas décadas hasta el desarrollo de técnicas, imagenología diagnóstica y los instrumentos apropiados y seguros para aplicación clínica de estas ideas casi olvidadas en la segunda mitad del siglo 20.
Durante los 80, Los procedimientos endoscópicos fueron aplicados de manera extensa a procedimientos de cirugía abdominal. La manipulación del nuevo instrumental requirió un entrenamiento especial, así se reconoció a la cirugía endoscópica como una cirugía independiente.
El cirujano británico John EA Wickham, acuñó para estos procedimientos en el año de 1984 el término de "cirugía de mínima invasión".
En neurocirugía, el término mínimamente invasivo adquirió una interpretación ligeramente distinta. La endoscopia, por ejemplo, no fue la única técnica que contribuyó a hacer el procedimiento quirúrgico menos traumático e invasivo.
La neurocirugía tuvo convergencia con la endoscopia, la neuronavegación, la estereotaxia, la planificación en estaciones de trabajo en 3D y la planificación de abordajes microquirúrgicos basados en peculiaridades anatómicas y detalles de la patología en todos los campos de la neurocirugía, confinados a la filosofía común de la neurocirugía de mínima invasión. El endoscopio, fue solo una herramienta útil hasta ser parte de un procedimiento microquirúrgico.
El neurocirujano que merece atención en el desarrollo de ls técnicas de NMI, a finales de los años ochenta fue Axel Perneczky, originario de Hungría, practicante en Viena. En este último sitio se le reconoció en el campo de la microcirugía vascular. Su ambición era minimizar el trauma intraoperatorio, pero también era lo suficientemente meticuloso como para respetar aspectos cosméticos en el paciente.
Lograba sus abordajes con una extensa planificación preoperatoria basada en análisis concienzudo de la relación anatomotopográfica de la lesión visible en imágenes radiológicas. El menor trauma intraoperatorio requería en ocasiones abordajes poco comunes e innovadores como el contralateral a la región supraselar o a través del ventrículo lateral.
Estos abordajes los adquirió al ser instructor de anatomía en Viena y a finales de los años 70 cuando trabajó en Zurich, en el laboratorio del Dr. Gazi Yasargil. Perneczky comprendió a la neurocirugía como neuroanatomía aplicada.
Perneczky, se convirtió en el coordinador de Neurocirugía en la Universidad Johannes Gutenberg en Mainz. Ahí organizó a un grupo de neurocirujanos que comenzaron a darse cuenta de su idea de la NMI. La aplicación clínica precedió trabajo extenso en investigación básica.
La innovación fue dada a conocer en la reunión de mínima invasión en Wiesbaden en 1993. Esta reunión organizada por Perneczky, dio por primera vez lugar a conjungar a neurocirujanos de todo el mundo implicados en neuroendoscopia. Para Perneczky la neuroendoscopia no era la única técnica pero fue un comienzo para exponer, por ejemplo que por el efecto "key-hole" grandes tumores podrían ser controlados y removidos a través de la craniotomía.
Perneczy no fue el fundador de estos métodos, la idea fue concebida desde los pioneros en campos neuroquirúrgicos. Desde los trabajos de localización de Jean Pierre Fluorens en conejos y pichones en representación global de funciones cognitivas distribuidas por la corteza cerebral, incluyendo las concepciones tórpidas (pero valiosas) de Gall, contribuciones de Broca, Wernicke et álii, hasta las colaboraciones de Perneczy con profesores de grupos europeos, podemos concluir que la intención de educar y entrenar neurocirujanos en el rubro, fue bien cimentada.
Faltaría quizás, que estuviéramos en una misma sintonía y hacer no solamente "hands-on training" sino "brains-on training" entre la comunidad neuroquirúrgica y ofrecer para cada paciente, la mejor opción de tratamiento.
Por limitantes técnicas, estos proyectos y conceptos promisorios, tuvieron que posponerse muchas décadas hasta el desarrollo de técnicas, imagenología diagnóstica y los instrumentos apropiados y seguros para aplicación clínica de estas ideas casi olvidadas en la segunda mitad del siglo 20.
Durante los 80, Los procedimientos endoscópicos fueron aplicados de manera extensa a procedimientos de cirugía abdominal. La manipulación del nuevo instrumental requirió un entrenamiento especial, así se reconoció a la cirugía endoscópica como una cirugía independiente.
El cirujano británico John EA Wickham, acuñó para estos procedimientos en el año de 1984 el término de "cirugía de mínima invasión".
En neurocirugía, el término mínimamente invasivo adquirió una interpretación ligeramente distinta. La endoscopia, por ejemplo, no fue la única técnica que contribuyó a hacer el procedimiento quirúrgico menos traumático e invasivo.
La neurocirugía tuvo convergencia con la endoscopia, la neuronavegación, la estereotaxia, la planificación en estaciones de trabajo en 3D y la planificación de abordajes microquirúrgicos basados en peculiaridades anatómicas y detalles de la patología en todos los campos de la neurocirugía, confinados a la filosofía común de la neurocirugía de mínima invasión. El endoscopio, fue solo una herramienta útil hasta ser parte de un procedimiento microquirúrgico.
Dr. Axel Perneczky (1945-2009) |
Lograba sus abordajes con una extensa planificación preoperatoria basada en análisis concienzudo de la relación anatomotopográfica de la lesión visible en imágenes radiológicas. El menor trauma intraoperatorio requería en ocasiones abordajes poco comunes e innovadores como el contralateral a la región supraselar o a través del ventrículo lateral.
Estos abordajes los adquirió al ser instructor de anatomía en Viena y a finales de los años 70 cuando trabajó en Zurich, en el laboratorio del Dr. Gazi Yasargil. Perneczky comprendió a la neurocirugía como neuroanatomía aplicada.
Perneczky, se convirtió en el coordinador de Neurocirugía en la Universidad Johannes Gutenberg en Mainz. Ahí organizó a un grupo de neurocirujanos que comenzaron a darse cuenta de su idea de la NMI. La aplicación clínica precedió trabajo extenso en investigación básica.
La innovación fue dada a conocer en la reunión de mínima invasión en Wiesbaden en 1993. Esta reunión organizada por Perneczky, dio por primera vez lugar a conjungar a neurocirujanos de todo el mundo implicados en neuroendoscopia. Para Perneczky la neuroendoscopia no era la única técnica pero fue un comienzo para exponer, por ejemplo que por el efecto "key-hole" grandes tumores podrían ser controlados y removidos a través de la craniotomía.
Perneczy no fue el fundador de estos métodos, la idea fue concebida desde los pioneros en campos neuroquirúrgicos. Desde los trabajos de localización de Jean Pierre Fluorens en conejos y pichones en representación global de funciones cognitivas distribuidas por la corteza cerebral, incluyendo las concepciones tórpidas (pero valiosas) de Gall, contribuciones de Broca, Wernicke et álii, hasta las colaboraciones de Perneczy con profesores de grupos europeos, podemos concluir que la intención de educar y entrenar neurocirujanos en el rubro, fue bien cimentada.
Dr. Alfredo Quiñones, "pre-neuronavegando". Fuente directa. Johns Hopkins Bayview Medical Center. |
Faltaría quizás, que estuviéramos en una misma sintonía y hacer no solamente "hands-on training" sino "brains-on training" entre la comunidad neuroquirúrgica y ofrecer para cada paciente, la mejor opción de tratamiento.
APLE
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