viernes, 24 de mayo de 2013

¿Observamos lo que vemos?






Por: Locus Coeruleus


En muchas ocasiones, no sabemos lo que estamos mirando, pero interpretamos lo que queremos ver de acuerdo a nuestras experiencias pasadas. Todo depende de cómo percibimos lo que estamos mirando. No nos detendremos en cómo el ojo capta la luz ni en el cómo se conforma una imagen, sino en cómo se interpreta una imagen. En otras palabras, trataremos de explicar cómo aplicar las leyes de Gestalt o leyes de la percepción.



De manera muy simple, se puede definir la construcción de una imagen como la suma de todas sus partes, las cuales crean una imagen diferente, a la suma de las individualidades. Que queremos decir con esto, que aunque sepamos el valor individual de cada uno de los componentes, la imagen total será diferente a la suma de estos. Cuando observamos un paisaje, inmediatamente tratamos de posicionarnos globalmente con dicha imagen, ya sea en el mundo y/o acordarnos de lugares visitados, un ejemplo práctico de cómo nuestras experiencias afectan la conformación de la imagen es la siguiente; todo el mundo conoce el logo de adidas, la individualización de las partes, serían 3 líneas de diferentes tamaños diagonales. Si solo ven las 3 líneas, nadie reconocería el conjunto ni menos su re-ordenamiento, pero basta con poner la palabra adidas bajo las mismas tres líneas y ya nadie dudará de que se trata y rearmaran el logo muy rápidamente en sus mentes, algo que Wolfgang Köhler explico muy bien: “El todo es diferente a la suma de las partes”.



Pero bueno para comprender un poco las leyes de la percepción hay que dividirlas en 2 categorías, leyes generales y las leyes particulares.

Una de las particularidades de estas leyes, es que no pueden separarse una de la otra cuando conformamos una imagen. Dentro de las leyes particulares, tenemos 4 bien definidas: ley del cierre, ley de contraste, ley de la proximidad y ley de la similitud.

La ley del cierre nos explica el por qué tendemos a completar imágenes que de acuerdo a nuestras conciencia están incompletas, de una u otra manera cuando de conformación de una imagen se trata, mucha gente podría considerar que posee algún trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Ya que es casi imposible describir las imágenes como sus formas individuales. Por ejemplo, es más fácil ver un circulo que una circunferencia incompleta, de la misma manera, es más fácil ver una esfera con púas que varios conos en diferentes direcciones y tamaños, incluso es más fácil ver un triangulo que 3 círculos incompletos. El por qué, es porque tendemos a ver las cosas completas o sea, una forma definida de acuerdo a nuestras experiencias pasadas y para todos, es más natural, ver círculos, y triángulos que otras formas más complejas.








Ley del contraste, Principalmente utilizamos o mal utilizamos la ley del contrate para relativizar las imágenes y determinar proporciones de las mismas. De cierta manera, siempre tratamos de comparar las distintas individualidades que componen una imagen, para determinar ya sea perspectivas y/o tamaños. En el caso de la imagen presentada, los círculos rojos son de igual tamaño, pero como la comparación con el entorno es inevitable, se aprecia el círculo de la izquierda mayor que el de la derecha, solo por la relativización con respecto a los círculos verdes que rodean a uno u otro.


Ley de la proximidad: de acuerdo a las percepciones se tiende a agrupar lo más cercano como un subgrupo de la imagen, independiente de su forma y/o color. Sin importar que en la figura de la izquierda tengamos igual número de círculos a ambos costados, en la porción derecha de la figura, las agrupamos en 3 columnas que es imposible de separar en la porción izquierda de la figura. En la figura coloreada del lado derecho, las figuras se agrupan mentalmente por su proximidad y no por su color, es curioso, siendo que la información de color debiera ser más relevante que la de proximidad, aun así, nuestras mentes juegan de parte de la ley de proximidad, agrupando solo lo más próximo y como segundo argumento se utiliza el color.




Ley de la similitud: Contrario a la ley anterior, aquí no depende de la cercanía de una forma u otra, sino de su parecido. Teniendo la misma información en uno u otro cuadro, tendemos a leer lo similar primero. En las figuras superiores, leemos primero las columnas, relegando las filas a una segunda categoría, sin embargo en las figuras inferiores, leemos primero las filas y como segunda lectura vemos las columnas. Sin embargo en ambas, la información que compone la imagen es la misma.


Claramente en la construcción y/o lectura de una imagen compleja, no se pueden separar las diferentes leyes particulares aquí expuestas. Sin embargo, podemos agrupar estas leyes particulares en 2 leyes generales.

Ley de la buena Forma: Nuestra mente no está creada para recibir una nueva información sin categorizarla, dicha categorización dependerá de las experiencias pasadas, con esto queremos decir que las experiencias perceptuales, condicionan el reordenamiento posterior de ideas y formas. Como se ve reflejado esto, por ejemplo del elefante, nos muestra una incongruencia de forma, en la figura se muestra una animal y cinco patas, pero nuestra mente, confecciona rápidamente un animal con 4 patas, sólo luego de una segunda lectura somos capaces de percibir la quinta pata. ¿Por qué?, porque nuestras percepciones pasadas, nos dicen que un elefante tiene cuatro patas, no cinco, por lo que sin cuestionarnos fabricamos en nuestra mente, la forma correcta del animal. En la figura del arco, es mucho más drástica, ya que nuestra mente nos obliga a separar la imagen superior de la inferior y somos incapaces de verla como un todo, en el lado superior vemos un arco de 2 pilares rectangulares, sin embargo en la parte inferior, vemos 3 columnas circulares. Cuando tratamos de componer la imagen como un todo, se nos hace imposible, ya que no representa una buena forma.


Ley de Figura y Fondo: En esta ley, trata de explicar la conformación de una imagen como un todo y no como algo singular sin un entorno. La figura hace referencia al elemento que destaca de una imagen, en el caso de la figura de la derecha, las flores y la mariposa, en el caso de la izquierda, el árbol y los pajaritos, si se miran como individualidades, destacan y es muy fácil reconocerlos, pero la imagen no es solo la figura, sino que está inmersa en un marco conceptual, que incluye el fondo de la misma, este delimita, sostiene y/o enmarca la imagen. Dando a conocer una nueva imagen más compleja, en la cual las figuras pasan a ser solo elementos de una composición mayor. Cuando a ambas figuras se les evalúa con su fondo respectivo, aparecen las caras de dos bellas mujeres.

Y aquí es donde volemos a lo que Köhler nos enunció:
“El todo es más que la suma de las partes”


No hay comentarios:

Publicar un comentario