En muchas ocasiones, no sabemos lo que
estamos mirando, pero interpretamos lo que queremos ver de acuerdo a nuestras
experiencias pasadas. Todo depende de cómo percibimos lo que estamos mirando.
No nos detendremos en cómo el ojo capta la luz ni en el cómo se conforma una
imagen, sino en cómo se interpreta una imagen. En otras palabras, trataremos de
explicar cómo aplicar las leyes de Gestalt o leyes de la percepción.
De manera muy simple, se puede definir la
construcción de una imagen como la suma de todas sus partes, las cuales crean
una imagen diferente, a la suma de las individualidades. Que queremos decir con
esto, que aunque sepamos el valor individual de cada uno de los componentes, la
imagen total será diferente a la suma de estos. Cuando observamos un paisaje,
inmediatamente tratamos de posicionarnos globalmente con dicha imagen, ya sea
en el mundo y/o acordarnos de lugares visitados, un ejemplo práctico de cómo
nuestras experiencias afectan la conformación de la imagen es la siguiente;
todo el mundo conoce el logo de adidas, la individualización de las partes,
serían 3 líneas de diferentes tamaños diagonales. Si solo ven las 3 líneas,
nadie reconocería el conjunto ni menos su re-ordenamiento, pero basta con poner
la palabra adidas bajo las mismas tres líneas y ya nadie dudará de que se trata
y rearmaran el logo muy rápidamente en sus mentes, algo que Wolfgang Köhler
explico muy bien: “El todo es diferente a la suma de las partes”.
Pero bueno para comprender un poco las
leyes de la percepción hay que dividirlas en 2 categorías, leyes generales y
las leyes particulares.
Una de las particularidades de estas leyes, es que no pueden separarse una de
la otra cuando conformamos una imagen. Dentro de las leyes particulares,
tenemos 4 bien definidas: ley del cierre, ley de contraste, ley de la
proximidad y ley de la similitud.
La ley del cierre nos explica el por
qué tendemos a completar imágenes que de acuerdo a nuestras conciencia están
incompletas, de una u otra manera cuando de conformación de una imagen se
trata, mucha gente podría considerar que posee algún trastorno obsesivo
compulsivo (TOC). Ya que es casi imposible describir las imágenes como sus
formas individuales. Por ejemplo, es más fácil ver un circulo que una
circunferencia incompleta, de la misma manera, es más fácil ver una esfera con
púas que varios conos en diferentes direcciones y tamaños, incluso es más fácil
ver un triangulo que 3 círculos incompletos. El por qué, es porque tendemos a
ver las cosas completas o sea, una forma definida de acuerdo a nuestras
experiencias pasadas y para todos, es más natural, ver círculos, y triángulos
que otras formas más complejas.
Ley
del contraste, Principalmente utilizamos o mal
utilizamos la ley del contrate para relativizar las imágenes y determinar proporciones
de las mismas. De cierta manera, siempre tratamos de comparar las distintas
individualidades que componen una imagen, para determinar ya sea perspectivas
y/o tamaños. En el caso de la imagen presentada, los círculos rojos son de
igual tamaño, pero como la comparación con el entorno es inevitable, se aprecia
el círculo de la izquierda mayor que el de la derecha, solo por la
relativización con respecto a los círculos verdes que rodean a uno u otro.
Ley
de la proximidad: de acuerdo a las percepciones se
tiende a agrupar lo más cercano como un subgrupo de la imagen, independiente de
su forma y/o color. Sin importar que en la figura de la izquierda tengamos
igual número de círculos a ambos costados, en la porción derecha de la figura,
las agrupamos en 3 columnas que es imposible de separar en la porción izquierda
de la figura. En la figura coloreada del lado derecho, las figuras se agrupan
mentalmente por su proximidad y no por su color, es curioso, siendo que la
información de color debiera ser más relevante que la de proximidad, aun así,
nuestras mentes juegan de parte de la ley de proximidad, agrupando solo lo más
próximo y como segundo argumento se utiliza el color.
Ley
de la similitud: Contrario a la ley anterior, aquí
no depende de la cercanía de una forma u otra, sino de su parecido. Teniendo la
misma información en uno u otro cuadro, tendemos a leer lo similar primero. En
las figuras superiores, leemos primero las columnas, relegando las filas a una
segunda categoría, sin embargo en las figuras inferiores, leemos primero las
filas y como segunda lectura vemos las columnas. Sin embargo en ambas, la
información que compone la imagen es la misma.
Claramente en la construcción y/o lectura
de una imagen compleja, no se pueden separar las diferentes leyes particulares
aquí expuestas. Sin embargo, podemos agrupar estas leyes particulares en 2
leyes generales.
Ley
de la buena Forma: Nuestra mente no está creada
para recibir una nueva información sin categorizarla, dicha categorización dependerá
de las experiencias pasadas, con esto queremos decir que las experiencias
perceptuales, condicionan el reordenamiento posterior de ideas y formas. Como
se ve reflejado esto, por ejemplo del elefante, nos muestra una incongruencia
de forma, en la figura se muestra una animal y cinco patas, pero nuestra mente,
confecciona rápidamente un animal con 4 patas, sólo luego de una segunda
lectura somos capaces de percibir la quinta pata. ¿Por qué?, porque nuestras
percepciones pasadas, nos dicen que un elefante tiene cuatro patas, no cinco,
por lo que sin cuestionarnos fabricamos en nuestra mente, la forma correcta del
animal. En la figura del arco, es mucho más drástica, ya que nuestra mente nos
obliga a separar la imagen superior de la inferior y somos incapaces de verla
como un todo, en el lado superior vemos un arco de 2 pilares rectangulares, sin
embargo en la parte inferior, vemos 3 columnas circulares. Cuando tratamos de
componer la imagen como un todo, se nos hace imposible, ya que no representa
una buena forma.
Ley
de Figura y Fondo: En esta ley, trata de explicar
la conformación de una imagen como un todo y no como algo singular sin un
entorno. La figura hace referencia al elemento que destaca de una imagen, en el
caso de la figura de la derecha, las flores y la mariposa, en el caso de la izquierda,
el árbol y los pajaritos, si se miran como individualidades, destacan y es muy
fácil reconocerlos, pero la imagen no es solo la figura, sino que está inmersa
en un marco conceptual, que incluye el fondo de la misma, este delimita,
sostiene y/o enmarca la imagen. Dando a conocer una nueva imagen más compleja,
en la cual las figuras pasan a ser solo elementos de una composición mayor.
Cuando a ambas figuras se les evalúa con su fondo respectivo, aparecen las
caras de dos bellas mujeres.
Y aquí es donde volemos a lo que Köhler nos
enunció:
“El todo es más que la suma
de las partes”