Por APLE
Rita Levi
Montalcini, nació el 22 de Abril de 1909. Miembro de una familia judía culta y
acomodada. Su historia se torna interesante pues aún cuando vivió bajo una
situación opresiva hacia el género y en la época del fascismo italiano, logró
ser Médica y posteriormente obtener grado de Doctora en Neurociencias en 1936 a
la edad de 27 años. Fue alumna de un investigador excepcional, Guiseppe Levi,
que no compartía parentesco con ella pero era también Judío. Guiseppe nunca
obtuvo un premio Nobel, tres de sus discípulos, si. Renato Dulbecco, 1975,
Salvatore Luria 1969 y la propia Rita Levi Montalcini en 1986.
“No nos impuso ninguna dirección; ni yo ni ninguno de mis compañeros
siguió la línea de investigación de Giuseppe Levi”.
“Fue su seriedad, su tenacidad y su rigor los que absorbieron nuestra vida con él”.
“El interés científico, la más profunda seriedad y honestidad…él nos dio a la vida una dirección esencialmente ética”.
Cuando Mussolini publicó su “manifiesto en defensa de la raza” (1939 a
1947), Rita y su familia fueron perseguidos por su condición de judíos, siendo
expulsada de la Universidad. Aún cuando recibió el apoyo de muchos de sus
amigos, la situación era grave, pese a tales visicitudes ella ya intuía el
descubrimiento de algo grandioso.
Montó un
laboratorio casero subrepticio donde continuó con sus experimentos, y logró
observar el crecimiento, desarrollo y regeneración de fibras nerviosas. Un
hecho que le llamó la atención es
que trasplantando un tipo de tumor de ratón dentro o fuera del saco embrionario
del pollo se estimulaba el desarrollo de determinadas fibras nerviosas, por lo
que supuso que alguna molécula era liberada al medio y por sí sola era capaz de
estimular el crecimiento de las fibras nerviosas.
Al término de la Segunda Guerra
mundial, es invitada a ser investigadora en la Universidad de Washington y ahí
mismo logró la purificación del “Factor de Crecimiento Nervioso”, junto con un
bioquímico: Stanley Cohen, en 1947. Entre una ola de escepticismo por la
comunidad científica mantuvo su postura que estuvo en entredicho y fue en 1986
cuando se otorgó validez con la presea del Nobel por su hallazgo.
Factor de crecimiento nervioso (NGF)
Proteína soluble que se secreta por
varios tejidos en el organismo y cuya función es promover el crecimiento
celular y sobreviva de neuronas. Pertenece a un grupo de moléculas llamadas
neurotrofinas, importantes para el desarrollo y funcionamiento adecuado de las
células del sistema nervioso.
A
partir de que se reconoció este factor, surgieron otros tantos factores de
crecimiento que han otorgado sorpresas a la comunidad biológica-científica que
ha su vez han tenido repercusión en la práctica médica.
El mérito científico de Rita
Levi fue excepcional: no fue simplemente la primera descubridora de un
factor de crecimiento. Ella fue, como le reconoció la Academia Sueca “un ejemplo
fascinante de cómo un observador inteligente puede obtener un concepto del caos
aparente”. Ella dedujo
un principio general a los sistemas biológicos: “hay procesos que
regulan las relaciones intercelulares que actúan a escala local”. Además de
haber otorgado una pista clave para el desarrollo de un área importantísima de
la neurociencia como es la neurorregeneración, siendo incluso centenaria
permaneció en activo dedicada a los demás.
A lo largo de su vida mostró una actitud de gran comprensión con los errores y los
defectos que todos cometemos: “La razón es hija de la imperfección. En los
invertebrados todo está programado: son perfectos. ¡Nosotros no!, y al ser
imperfectos hemos recurrido a la razón, a los valores éticos: ¡discernir entre
el bien y el mal es el más alto grado de la evolución darwiniana!”
Rita Levi fue apasionada de
internet hasta sus últimos días, su libro: “Los nuevos Magallanes
de la era digital” publicado en 2006 así lo testifica. ” A los Magallanes de la era digital que son
portadores de nuevos principios democráticos queda la tarea de navegar por
Internet circunnavegando el glogo para poner en práctica metodologías de
desarrollo necesarias para la supervivencia de la entera especie humana”.
Falleció a los 103 años el día 30 de diciembre de 2012. Un día como hoy
recordamos su aniversario luctuoso pero celebramos su vida y el legado de que no hay edad para cesar de aprender y
mucho menos para dejar de servir a la humanidad.
Adjunto una de sus publicaciones, libre al acceso público.